Florida – Lo que comenzó como un cuento de hadas terminó convirtiéndose en una pesadilla cuando dos perros recién adoptados – Spot y Jacob – desaparecieron misteriosamente apenas unos días después de llegar a su nuevo hogar.
El pasado lunes, la familia Torres, residente en Orlando, abrió las puertas de su casa para recibir a Spot, un Labrador color chocolate de 3 años, y a Jacob, un travieso Beagle de mirada vivaz. “Pensamos que finalmente tendríamos dos nuevos miembros para alegrar la casa y acompañar a los niños”, contó María Torres a la prensa local.
La felicidad duró poco. Solo 72 horas después, un vecino alertó sobre fuertes ladridos que provenían del patio trasero. Cuando María y su esposo salieron corriendo, encontraron la puerta del jardín abierta… pero ni rastro de Spot y Jacob.
La policía local inició una investigación de inmediato y no descarta que se trate de un caso de robo de mascotas destinado a la reventa en criaderos clandestinos. “No es el primer incidente de este tipo en las afueras de Orlando”, informó un portavoz del Departamento de Policía.
El drama tomó un giro aún más inquietante cuando se difundieron imágenes de una cámara de seguridad de un vecino, que captó a dos personas desconocidas merodeando frente a la casa alrededor de las 2:00 a.m. de esa misma noche. La grabación, aunque borrosa, encendió las alarmas en la tranquila comunidad.
“Les prometimos a nuestros hijos que Spot y Jacob estarían seguros con nosotros”, declaró entre lágrimas el señor Torres. “Jamás imaginamos que algo así pudiera ocurrir tan pronto.”
Voluntarios del refugio de animales han empapelado la zona con carteles de búsqueda y han pedido a la población que facilite cualquier pista sobre el paradero de los perros. En redes sociales, el hashtag #BringSpotAndJacobHome se volvió tendencia y acumuló miles de compartidos en cuestión de horas.
El caso ha desatado preocupación sobre el creciente problema del robo de mascotas en varios estados del país y sobre las medidas de seguridad que deben tomar las familias adoptantes.
Hasta el cierre de esta edición, Spot y Jacob siguen desaparecidos. La familia Torres continúa apelando a la solidaridad ciudadana y espera que un milagro los reúna nuevamente con sus fieles compañeros.