En medio de una tarde sombría en las afueras, la gente descubrió a un pequeño perro forcejeando en un profundo pozo de lodo, donde cada movimiento parecía hundirlo más rápido. La gruesa capa de lodo se aferraba a su débil cuerpo, impidiéndole ladrar o pedir ayuda, dejando solo sus ojos brillando de desesperación.
Según testigos, cuando lo encontraron, solo su pequeña cabeza sobresalía del lodo. Todo su cuerpo temblaba y su respiración se debilitaba. Por un momento, la gente pensó que se había dado por vencido. Pero entonces, en esa desesperación, seguía intentando mover sus pequeñas patas, como si rogara por su vida.
Un grupo de jóvenes que pasaban por allí oyó el extraño ruido y de inmediato se adentró, usando las manos para excavar en el espeso lodo y sacar al perro. Estaban cubiertos de lodo, pero cuando sacaron al pequeño perro del pozo, aún jadeando, todos rompieron a llorar.
La imagen se publicó en redes sociales pocas horas después y rápidamente se volvió viral. Millones de visitas, innumerables comentarios entre lágrimas: «Esos ojos no decían nada, pero hicieron que el mundo entero se detuviera». — «Gracias a quienes salvaron una vida sin necesidad de fama».
El perro está recibiendo tratamiento en un refugio local. Aunque aún estaba débil, pudo comer algunos bocados y menear la cola ligeramente al oír una voz familiar.
Quizás, entre la vida y la muerte, lo que lo mantuvo con vida no fue la fuerza, sino la frágil creencia de que, en algún lugar de este mundo, aún había manos listas para salvar a una pequeña criatura.