Nos encontramos por primera vez con Diogo buscando comida en un cubo de basura, un momento que nos impactó a todos cuando se giró hacia nosotros. Su rostro, trágicamente dañado por picaduras de insectos, reflejaba el sufrimiento.
Para tener una idea más clara de su estado, llevé a Diogo al hospital. Las radiografías revelaron dos heridas de bala en las piernas. Sorprendentemente, una bala le había atravesado la mejilla.

Las pruebas indicaron una infección grave y niveles de hematocrito extremadamente bajos. Las numerosas garrapatas en su cuerpo sugerían que podría padecer ehrlichiosis.
Mientras esperábamos la evaluación del médico, bañamos a Diogo a fondo. Debido a su herida facial, supuró una cantidad considerable de líquido, cubriéndole todo el cuerpo.

Diogo tiene una cantidad considerable de tejido muerto que necesita ser extirpado, por lo que le cambiamos los vendajes con regularidad. Para estabilizarlo y poder limpiar sus heridas, recibirá una transfusión de sangre lo antes posible.
Es desgarrador imaginar el dolor que Diogo soportó para llegar a este punto. Confiamos plenamente en nuestro equipo de médicos y especialistas y estamos comprometidos a hacer todo lo posible para salvarle la vida.

Tras la cirugía, tenía la cara hinchada, pero afortunadamente, el ojo que le quedaba estaba perfectamente intacto. Diogo ha demostrado una resiliencia increíble y ha progresado significativamente desde el día que lo rescatamos.
Sigue bajo cuidado constante, pero esperamos con ansias el día en que este dulce niño encuentre un hogar amoroso. ¡Realmente se merece todo lo mejor de la vida!
